viernes, 19 de agosto de 2016

INICIATIVAS MEDIOAMBIENTALES COMUNITARIAS EN TORNO A LOS MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN


En la actualidad -a excepción de la Directiva europea sobre productos de la construcción, que se analiza a continuación- no existe norma alguna de obligado cumplimiento para los Estados miembros de la UE relativa a los criterios medioambientales en la selección de los materiales de construcción.
Ahora bien, se ha elaborado un Plan de Acción, en el contexto de una Comunicación de la Comisión Europea sobre la competitividad en la industria de la Construcción, de 31 de Mayo de 1999, que desarrolla la estrategia para el uso y promoción de «los materiales de construcción no perjudiciales para el medio ambiente», cuyo objeto reside en la contribución en mayor medida a una construcción más sostenible.
Para ello se ha establecido un Grupo de Trabajo que recomienda la adopción de la herramienta del Análisis del Ciclo de Vida, así como del empleo de un Inventario del Ciclo de Vida, con una base de datos ambientales de los materiales de construcción.
Lo cierto es que para mejorar las prestaciones durante el ciclo de vida de un producto o material es necesario conocer sus impactos, por tanto el primer paso para aplicar este instrumento del ciclo de vida a toda la economía consiste en generar y recopilar información sobre los impactos ambientales durante el ciclo de vida de los productos. Esta información puede reunirse en Inventarios de Ciclo de Vida (ICV) e interpretarse mediante Análisis del Ciclo de Vida (ACV). La combinación de ICV y ACV no es sencilla ni barata. Algunos elementos son de dominio público, otros no, y su valor depende de su calidad y de su relevancia para las necesidades y las opciones del usuario.
Los usuarios han de tener fácil acceso a una información comprensible, pertinente y creíble a través del etiquetado del producto o de otra fuente fácilmente accesible. Así, se recomiendan las declaraciones medioambientales verificadas -Tipo III, según ISO, basadas en el ACV-, y la aplicación de tipos de IVA reducidos a los productos que llevan la etiqueta ecológica europea.
Es necesario recordar que en la UE, en materia de desarrollo sostenible, se ha aprobado la Comunicación de la Comisión, de 11 de febrero de 2004 (intermedia) y de 11 de enero de 2006, «Hacia una estrategia temática sobre el medio ambiente urbano», contemplado en el Sexto Programa de Acción en materia de Medio Ambiente, sobre cuatro temas transversales esenciales, a saber: la gestión urbana sostenible, el transporte urbano sostenible, la construcción sostenible y el urbanismo sostenible.

 EL IMPACTO AMBIENTAL EN LOS MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN

La mitad de los materiales empleados en la industria de la Construcción proceden de la corteza terrestre, produciendo anualmente en el ámbito de la Unión Europea (UE) 450 millones de toneladas de residuos de la construcción y demolición (RCD); esto es, más de una cuarta parte de todos los residuos generados. Este volumen de RCD aumenta constantemente, siendo su naturaleza cada vez más compleja a medida que se diversifican los materiales utilizados. Este hecho limita las posibilidades de re-utilización y reciclado de los residuos, que en la actualidad es sólo de un 28% (en el caso de España, un 5%), lo que aumenta la necesidad de crear vertederos y de intensificar la extracción de materias primas.
En términos estadísticos, se puede decir que el sector de la Construcción es responsable del 50% de los recursos naturales empleados, del 40% de la energía consumida (incluyendo la energía en uso) y del 50% del total de los residuos generados.
Si bien es cierto que el procesado de materias primas y la fabricación de los materiales generan un alto coste energético y medioambiental, no es menos cierto que la experiencia ha puesto de relieve que no resulta fácil cambiar el actual sistema de construcción y la utilización irracional de los recursos naturales, donde las prioridades de reciclaje, re-utilización y recuperación de materiales, brillan por su ausencia frente a la tendencia tradicional de la extracción de materias naturales. Por ello, se hace necesario reconsiderar esta preocupante situación de crisis ambiental, buscando la utilización racional de materiales que cumplan sus funciones sin menoscabo del medio ambiente. 

Conocido es que los materiales de construcción inciden en el medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida, desde su primera fase; esto es, desde la extracción y procesado de materias primas, hasta el final de su vida útil; es decir, hasta su tratamiento como residuo; pasando por las fases de producción o fabricación del material y por la del empleo o uso racional de estos materiales en la Edificación

martes, 2 de agosto de 2016

  energía limpia 

La energía limpia es un sistema de producción de energía con exclusión de cualquier contaminación o la gestión mediante la que nos deshacemos de todos los residuos peligrosos para nuestro planeta. Las energías limpias son, entonces, aquellas que no generan residuos.
La energía limpia es, entonces, una energía en pleno desarrollo en vista de nuestra preocupación actual por la preservación del medio ambiente y por la crisis de energías agotables como el gas o el petróleo.
Hay que diferenciar la energía limpia de las fuentes de energía renovables: la recuperación de esta energía no implica, forzosamente, la eliminación de los residuos. La energía limpia utiliza fuentes naturales tales como el viento y el agua.
Un tema importante a tener en cuenta es la inmensa preocupación que se está produciendo por los altos costes sociales, ya que se van haciendo cada vez más elevados así como los costes medioambientales asociados a la energía convencional, a la energía nuclear y a los combustibles fósiles.
Sin ninguna duda, esta preocupación de todas las naciones benefician a las energías limpias y puras.
Ya iremos explicando, en breve, más en detalle cómo funcionan estas otras clases de energías. Además, si bien existen energías limpias puede ser que éstas no sean energías renovables. El gas natural, si bien no produce una enorme contaminación, puede ser un ejemplo válido ya que aunque, mínima-mente, algo contamina.
Pero, para cerrar el círculo podemos decir, entonces, que sí existen las energías limpias y que son, además de aquellas que no generan residuos, un sinónimo de fuentes energéticas que respetan el medio ambiente.

¿cuales son las energías limpias?

Estas son algunas de las principales energías limpias de nuestro planeta. Nótese que todas ellas están relacionadas en cierto modo con los principales 4 elementos: el aire (viento, energía eólica), el agua (energía hidráulica/hidroeléctrica), el fuego (sol, energía solar) y la tierra (energía geotérmica).
Energía eólica: La energía eólica produce energía, principalmente eléctrica, a partir del viento a través de aerogeneradores. Estos generadores provocan un movimiento en unas turbinas que son las que producen energía eléctrica. Actualmente alrededor del 5% del consumo eléctrico mundial se produce en centrales eólicas (en España el porcentaje sube hasta el 20%). También se extiende cada vez más el uso de la energía eólica marina.
Energía hidráulica/hidroeléctrica: Produce energía gracias al agua, aprovechando la energía cinética de mareas o corrientes. Este tipo de energía lleva siglos produciéndose, primero a pequeñas escalas con molinos de agua, ahora en grandes proporciones gracias a las centrales hidroeléctricas.
Energía solar: Es la que proviene de la radiación del sol. La energía solar puede aprovecharse de diferentes maneras: para producir calor, para calentar agua, para producir electricidad… La energía solar es una energía renovable y totalmente limpia. Las tasas e impuestos por poner paneles solares son enormes debido a la presión de las eléctricas, que ven en la energía solar un gran enemigo para su feliz oligopólico. Pero, ¿sabes que puedes construir tus propios paneles solares caseros?
Energía geotérmica: Se produce a través de la extracción de calor del interior de la tierra. Se puede extraer el calor de los fluidos o de yacimientos en seco (magma). La temperatura aumenta a medida que nos acercamos al interior de la Tierra, por lo que dependiendo de la profundidad de extracción se obtendrá más o menos energía. Así, se puede conseguir energía desde para poner un suelo radiante hasta para poner una planta eléctrica, pasando por una balneario.